Esta reforma, que en su origen presentaba gravámenes a
colegiaturas, alimentos, conciertos, comida para mascotas, e incluso a chicles,
con la finalidad de recaudar 240 mil millones de pesos, contrario a lo que
muchos pensaban no incluyó IVA en alimentos y medicinas.
Dicho de una forma brutalmente cruda, Peña Nieto persigue un
enriquecimiento tanto para él así como para los servidores públicos que
integran su gabinete.
Las cifras no mienten el Presidente Peña Nieto, tendría como
percepción anual $4216615, con esta reforma su percepción anual incrementaría a
$6429843 en 2014, cabe mencionar que la cifra aumentará con el pago de bonos,
aguinaldo, compensaciones, salarios de los escoltas y personal del servicio,
pago de llamadas, automovil y servicios domiciliares.
En conclusión esta reforma se concentra en mayores impuestos a la
clase media, que se traduce en mayores ingresos para sustentar la alta
burocracia, la cual no demuestra una eficiencia en su labor.